Se cumplen 5 años desde que publiqué mi primer cuento "La gran montaña". Está gustando mucho. Tal vez no…
No piensa en nada. Nunca piensa en lo referente a él. Solo siente. Siente y siente, y no piensa. La experiencia le dice que con el tiempo este ardor se disipará, que este fuego se apagará...
La tarea no era sencilla: debía clavarle el puñal sagrado en el corazón para que su amor no sufriera la horrible transformación que en un instante la aguardaba. Había sido víctima de...
Se cumplen 5 años desde que publiqué mi primer cuento: "La gran montaña". Está gustando mucho. Tal vez no debería tardar demasiado en publicar otro… Lo tenéis ahí en descarga directa y gratis.
Y también 5 años desde que mi vida empezó a cambiar. Algunos ya sabéis que el 5 es un número especial para mí. Empezando por mi núm. de vida que suma 32 (y 3+2=5). Y además hoy es (y era) día 5 del mes 10, que son dos 5.
Empecé, aunque ya había estado antes, en un trabajo que me encanta y que me ha traído muchas pruebas y aprendizajes en todos los sentidos. También cosas bonitas, tanto directamente como colaterales. Recuerdo que por entonces llovía sobre todo los viernes y ni de broma esperaba todo lo que “se me venía encima” a partir de entonces. Desde ese día muchos hechos y personas que han aparecido en mi vida, han influido en mi crecimiento, tanto mental como espiritual, aunque el cambio haya venido de dentro de mí. Espero haber influido yo también en la vida de alguien, para bien, aunque solo sea un poquito.
He publicado otra novela, me he atrevido con algún poema o algo parecido, y estoy a punto de finalizar el ciclo de la bilogía, que publico en diciembre (aparqué el carné de conducir hasta enero por eso, cosa a la que, por cierto, siempre había tenido mucho miedo). He logrado objetivos y perdido miedos. He adquirido nuevas pasiones y descubierto en mí algún que otro “don especial” que no sabía que tenía. Y sí, estoy orgullosa de mí. Y no me arrepiento de nada. Sé que todo tiene un motivo para ser o no ser. Tanto lo alegre como lo triste, que también lo ha habido.
Y todo empezó la mañana de un 5 de octubre de 2018. Recuerdo aquella época con especial intensidad porque dejé atrás muchas cosas y fue el comienzo de muchas otras. Algunas terminaron y terminarán, otras sé que seguirán ahí para siempre.
Nunca el Universo había actuado tan descaradamente, nunca me había hablado tan alto y claro. Y lo sigue haciendo. Y yo sigo escuchando.
Copyright Aoife Awen ·05 de octubre 2023·
Cierra los ojos.
Respira.
Tranquilo, es solo que no es el momento.
Es un desafío, lo sé.
Deja ir la tristeza. Convierte la añoranza en belleza.
Todo se mueve, aunque no lo parezca.
Todo se acomoda, aunque tú no lo veas.
Respira.
La tristeza pasará.
Llegará el día en el que estarás listo.
Y será perfecto.
Por qué es lo que debía ser.
Porque estarás donde debes estar.
Todo tendrá sentido.
Respira.
Tranquilo, no estás solo.
¿Lo sientes? Tu corazón lo sabe.
Todo está bien ahora.
Todo está donde debe estar, aunque no lo parezca.
Incluido tú.
Así que sonríe.
Respira.
Abre los ojos.
Copyright Aoife Awen ·08 de septiembre 2022·
Amanece tras la catedral
Siete campanadas.
En la plaza, recién llegados.
Alegría, llanto, emoción.
El final de un camino.
El comienzo del siguiente.
Llagas y cansar. Sanación y alivio.
Carne y huesos. Alma y espíritu
Todo es uno. Todo es energía.
Algunos olvidarán.
Otros se transformarán para siempre.
Es la energía del camino.
Copyright Aoife Awen ·23 de agosto 2022·
Tarde de verano
Ducha refrescante
Terraza en el ático
Aire fresco
Cabello recogido, shorts, uñas de color
Piernas estiradas sobre el banco de madera
Suspirar de placer
Suave roce del cojín bajo la piel desnuda
Limonada con hielo, libro en papel
Sonido del timbre
Mariposas en el estómago
Correr a abrir
Un “ven aquí”
Beso intenso en el pasillo
Poner algo de música
Suena Where is the love? de Black eyed peas
El sonido de la ducha desde la cocina
Preparar otra jarra de limonada
Dar un sorbo y pensar: “Perfecta”
Escuchar abrirse la puerta
Un abrazo desde atrás
Piel fresca y húmeda
Salir a la terraza
Agradable brisa
Charla y risas
Horizonte ceylan y naranja
Besos
Soltar los vasos
Limonadas a medias
Caricias, susurros, arrebato
Coger de la mano y llevar adentro
Calor, sudor, placer
Ducha entre risas
Paz, silencio
Tranquilidad, relax
Dedicarse cada uno a lo suyo
Un “¿te quedas hoy?”
Un “No puedo, mañana tengo lío”
Beso de despedida hasta mañana
Preparar cena para uno
Disfrutarla tranquila frente al televisor
Helado de turrón
Sonido de notificación
Un dulce mensaje de buenas noches.
Simplicidad
Y nada más.
Copyright Aoife Awen ·18 de junio 2022·
GRABADO A FUEGO
La noche es calurosa frente a la ventana abierta pero ella casi no lo nota porque la temperatura se une a la de su piel. Sabe que es un cuerpo independiente de la oscuridad por las gotas de agua que emanan del cabello empapado. Rozan el tatuaje de la espalda provocando un agradable escalofrío.
Oye risas infantiles y huele el verano a punto de estallar. No piensa en nada. Nunca piensa en lo referente a él. Solo siente. Siente y siente, y no piensa. La experiencia le dice que con el tiempo este ardor se disipará, que este fuego se apagará.
Solo la consuela la esperanza de que cada vez dolerá un poco menos echarle de menos. Recordar la presencia. Sentir la ausencia. Imaginar qué habría sucedido o no sucedido de haber mantenido presas las palabras.
Indagando en los recuerdos a través de amores pasados se da cuenta de que la niña no sabía, que nunca supo y es consciente de que la mujer que es ahora ya sabe. Sabe que nada sucede por casualidad. Sabe que con el paso de los días todo será un eco cada vez más lejano pero también sabe que lo que siente ahora es real y diferente a lo anterior. Con él siempre ha sido intenso y extraño a lo anterior. Lo sabe porque ha florecido sin ni siquiera haber sido tocada con las manos, con los labios, con el cuerpo. No ha hecho falta.
Eso es algo nuevo para ella. La primera vez que se enamora sin el regalo del placer físico compartido. La primera vez que sufre por dejar ir mientras arde todavía. La mujer frente a la ventana también sabe que llegará otro corazón, de nuevo parecido al suyo pero esta vez todo será más fácil para los dos. Qué ese nuevo corazón la enamorará también, la prenderá también pero esta vez en todos los sentidos porque además será acariciada y colmada de placer. También la inspirará para escribir como el otro, o puede que no. Puede para el nuevo corazón no haya otra novela de ciencia ficción escrita pensando en él, ni un pastiche como éste. Eso no lo sabe todavía, es cierto, pero cree que una inspiración así únicamente sucede una vez en la vida. No le había pasado nunca ni cree que vuelva a repetirse.
Ahora, perdida en la noche de su habitación solo sabe que cuando ese corazón aparezca todo será diferente. Ese corazón sí que le confesará que lo que parece es cierto. No se alejará dejándola sola con el corazón abierto, sin siquiera despedirse. La hará feliz y ella podrá hacerle feliz a él. Desea que llegue pronto. Puede que este verano ya esté preparada para buscarlo. Quizá durante algún viaje prenda otro fuego. Solo durante esos días. Puede que sofocar una llama avivando otra y marcar su cuerpo con placer de otro sea suficiente para olvidarlo del todo y después hacer más fácil dar la bienvenida al definitivo.
No guarda rencor. Lo ha intentado muchas veces para que todo resulte más sencillo. Le es más fácil no echarle de menos cuando está enfadada. Cuando se convence a sí misma de que la ha utilizado para agrandar su ego, para sentirse importante y que no le ha importado abandonarla sin más, sin mirar atrás cuando todo se ha complicado. Pero es imposible porque sabe que no es cierto, que no ha sido así nunca. Que él no es así. Aunque el final de esa historia no la hace sentir orgullosa.
No se lo perdona a sí misma. Sabe que llevaba demasiado tiempo dándole vueltas a alejarse. Lo que le confesó fue justamente lo que quería evitar decir pero estaba muy nerviosa. Y lo dijo. Lo escribió. Se vio a sí misma, diciéndolo. Sin pensarlo. Como si algo tirase de ella. Como la primera vez que hablaron. Como el día del paraguas. Siempre ha sido inevitable el estar lejos. El no acercarse. Pero al final sabe que no lo supo hacer bien. Ninguno de los dos lo supo hacer bien. Esperaba que de alguna forma se hablara todo. Se confesara todo y después se despidieran para siempre pero nada de eso pasó y ahora huyen el uno del otro. Le duele que acabase así. Le duele mucho. Lo siente mucho. De haberse hablado ambos, hubieran podido aceptar con naturalidad verse alguna vez por casualidad. Saludarse y preguntarse cómo estás. Felicitarse en los cumpleaños. Pero ahora solo quieren correr en la dirección contraria por miedo a la mirada del otro. A como se sentirá el otro. Porque no lo saben. Porque no se ha hablado. Porque no se ha hecho bien. Frente a la ventana espera un mensaje, una señal que no llega. Arreglar las cosas. No pide nada más. Sabe que no puede ni debe pedir nada más.
Pese a todo siente la belleza de todo lo sucedido. De haberlo conocido. Se siente afortunada. Casi nadie lo entendería. Ella siempre se ha sentido distinta a los demás.
Todo está bien: se repite ella una y otra vez. Es así como debe ser. Como debe aprender. Todo está en su sitio. Todo está bien.
Oye su corazón susurrándole soñoliento que este fuego acabará siendo solo cenizas. Sabe que es cierto. La niña no sabía. La mujer ya sabe. Ya sabe que cada vez dolerá un poco menos pero siempre estará ahí. En lo profundo de su corazón. Grabado a fuego.
Copyright © Aoife Awen ·16 de mayo 2022·
Pastiche* homenaje a Marguerite Duras
*Pastiche: El pastiche es una técnica utilizada en literatura y otras artes, consistente en imitar abiertamente diversos textos, estilos o autores, y combinarlos, de forma que den la impresión de ser una creación independiente. -Wikipedia
Me ha gustado mucho intentar “imitar” la forma de escribir de Marguerite Duras. Una de las cosas por las que disfruté de su novela “El amante” además de por ser un texto autobiográfico, fue precisamente por su curioso estilo narrativo. Evidentemente yo me quedo a medio gas, tampoco pretendía imitarla al cien por cien. Puede que pruebe con otro autor más adelante.
Feliz día internacional del #beso
Del familiar. Del romántico.
Del que se da todos los días. Del que no puede darse.
Del real. Del imaginado.
Del secreto. Del proclamado.
Del deseado. Del esperado.
Del por fin sucedido.
Del tímido. Del apasionado.
Del que se da con la mirada. Del que se da con los labios.
Del espontáneo. Del planeado.
Del primero. Del último.
Del que te tengo guardado.
Copyright Aoife Awen ·13 de abril 2020·
La tarea no era sencilla: debía clavarle el puñal sagrado en el corazón para que su amor no sufriera la horrible transformación que en un instante la aguardaba. Había sido víctima de una terrible maldición.
En poco tiempo, su alma pura se convertiría en un nido de víboras y su bello rostro lleno de perfección, en algo peor. No quería verla sufrir y debía matarla. Si supiera como terminar con todo aquello sin tener que acabar con su joven vida...
Fue a buscarla al lugar indicado y se la llevó a rastras. Sus labios, delicadamente rosados, le gritaban, lo insultaban puesto que ya conocía su final. La transformación estaba produciéndose ya en su corazón pero su exterior aún no había sido mancillado por las sombras. La llevó cerca del acantilado donde debía poner en marcha la horrible liberación para la muchacha.
— ¡Tócame y probarás en tu propia carne los horrores del infierno! —le gritaba ella. Lleno de dolor, sin detenerse a pensar ya que de hacerlo, sabía que no sería capaz, la sujetó con una mano mientras con la otra alzaba el cuchillo asesino y lo clavaba en el busto, sacándolo inmediatamente después de haber cumplido con su cometido. La miró a los ojos y vio como de estos brotaba una lágrima cristalina y liberadora.
—Te amo —proclamó él mientras de sus ojos surgía otra lágrima. Entonces ocurrió algo inesperado, algo extraordinario: ella abrió los ojos, lo miró, le sonrió y dulcemente le dijo:
—Te amo. Nuestro amor es tan fuerte que ha actuado como escudo pero la bestia interior no ha podido soportar el dolor de la daga. La herida de su pecho desapareció, ya no quedaba señal de la muerte.
El bien venció al mal.
El amor triunfó sobre la leyenda.
Copyright Aoife Awen ·Octubre 1994·
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